Bueno si quereis que vuestra fuente alimentación dure, y no llevaros una sorpresa un día, quizás deberías usar algún sistema de refrigeración pasivo interesante como el que os muestro a continuación. Para el mismo he usado el disipador de reciclaje de un amplificador que iva tirar, y cinta termoadhesiva para un buen contacto de transmisión entre la fuente de alimentación y el disipador. El resultado es sencillamente sorprende, ya que pasamos de temperaturas de 65 y 70 grados a temperaturas medias de 30 y 40 grados a plena carga. Para la prueba he usado un portátil de los que ya no se hacen, pero que no le llega ni a los talones a cualquiera de los que se hacen ahora...Se llama Toshiba Quosmio G50, una auténtica bestia para juegos con su gráfica y procesador con disco duro ssd y la última versión de "Windows 10 Pro" con tan sólo 4 gigas de ram, y os aseguro que este portátil pide una fuente de 19 voltios y 7 amperios de intensidad. Esto es sólo un consejo, y te quiero recordar que no llores cuando queme...huele a quemado!!!...
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